Las herraduras están destinadas a proteger la pezuña natural de un caballo doméstico de la aparición de grietas o moretones. Convertirse en un herrador es una habilidad que requiere de una minuciosa práctica, necesitaría algún tipo de formación en un puesto de trabajo o de aprendizaje con un herrero experimentado y bien informado. La pezuña de un caballo está hecha de queratina y es muy similar a la uña de un ser humano solo que más gruesa y más resistente. Modelar el casco y colocar los clavos correctamente es algo que puede aprenderse con un cuidadoso entrenamiento y mucha observación.



